Hoy que por fin el mundo me da la oportunidad de desapercer y no lo quiero.
Muchas veces en mi vida-como muchos- he querido desaparecer, pero no por haber cometido un error, mas bien por que a veces me pertuban las personas, la manera en la que actúan y la manera que tienen de entablar todo tipo de relaciones conmigo.
Desaparecer, no morir, desaparecer como para aparecer en otro lugar o época o para nacer de nuevo, no sé algo distinto, algo que muchas veces deseo como para que se solucionen los problemas o peleen sin mi.
Lamentablemente cuando no queremos que las cosas pasen, siempre por alguna extraña razón, pasan; como ley de murphy o psicología inversa. El punto es que ahora no quería que nada malo pasara y no estaba pasando nada malo tampoco, iba todo viento en popa, demasiado bien como para ser real, demasiado bien como para que siguiera así. La cosa es que de pronto el arco iris se transformó en tormenta y todavía no veo los rayos del sol asomarse, cada día siento como llueve en mi cabeza.
Todo este tiempo no he hecho mas que pensar en todo: amistades, vida, destino, amor, desamor, sexo, familia, cheerleader, etc. y he terminado cuestionádolo todo a tal punto de cambiar todo, dar vuelta todo lo que había construído y pensado y llevarlo al pasado, retomar viejas costumbres, viejos tratos y cosas por el estilo.
Pasando por un pepriodo de insomnio horrendo.
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